Es como un jarrón de cristal con miedo a romperse. Frágil, transparente y frágil. En el borde de la mesilla de madera, tin tan, esperando a una ráfaga de viento que lo impulse a formar parte del pasado. Esperando a caer, a desvanecerse en silencio, así en medio de la marabunda. Un jarrón roto. Uno hecho pedazos.., y después un apurado silencio de melancolía. Un corrillo de gente que lamente su pérdida. Cristales esperando una lágrima correr a escondidas, un lamento, un suspiro.
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