viernes, 24 de agosto de 2012

CAPITULO1

Le echo tanto de menos.. Sobre todo por las noches, porque al meterme en la cama, tan grande.. tan fría.. tan sola.. Echo de menos sus manos sobre mi pecho, agarrándome fuerte, su aliento, su agitada respiración chocando contra mi cuello. El olor de la habitación era diferente, estaba cargado de humo y colonia, desprendíamos un calor que ya no encuentro en ningún lado de la casa, y, todavía no habímos reparado en la idea de comprar algún reloj.
Por las noches las sábanas se convertían en campo de batalla, él no se estaba quieto. Vuelta y vuelta. Apenas podía conciliar el sueño entre sus codazos y sus besos. Dejé de soñar por mucho tiempo, ya no tenía la necesidad de ello(...)El amanecer llegó, y así día tras día, nos despertamos uno encima del otro discutiendo sobre la idea de cambiar la cama por una más grande.
Y ahora esto es... Diferente. Bueno, qué digo. Dejemos tanto correccionismo a un lado. Esto es una mierda. Una gran mierda. No le encuentro el sentido a nada de esto, no encuentro sentido a que mi amor ya no esté, a que no haya una voz que responda a su nombre.
Al principio crees que las cosas volverán a su ser, tienes fé, no dudas ni un segundo en que el destino no podrá separaros; que estáis hechos el uno para el otro. Pero el tiempo pasa, y cuando quieres darte cuenta empieza a hacer frío, las noches de verano se han quedado atrás y tu madre ya ha cambiado la ropa del armario por los forros y jerseys. Y entonces te invade una sensación de culpa, es fatal, tan siquiera has caído en la cuenta de que han pasado tres meses. Tres malditos meses.
Intentas evadirte con tu alrededor, pero entonces, empieza a llover. Por la ventana de la habitación se deslizan diminutas gotitas de agua, afuera todo está oscuro, y recuerdas como él disfrutaba esos momentos; le encantaba salir a andar y sentir la lluvia contra la capucha de su plumas. Después abría la puerta de casa helado, y con él una ráfaga de viento que recorría el pasillo, -esto es vida, decía. Luego se agitaba el pelo, y saltaba sobre mí. Siempre me enfadaba, no había un día que no le regañara por tirarse encima mía empapándome(...) Ójala pudiera estar ahí, para pedirle que se lanzara hacía mí, y mojado, me abrazara con todo su cuerpo helado. Te sientes estúpida por llorar en silencio, y aún más por no tener a nadie a quién gritarle lo mucho que te odias a ti misma. Al mundo. Las semanas se vuelven rutinarias, te levantas pronto, cansada, estudias, jugueteas con la comida, coges otro poco más los libros y vuelves a casa directa a la cama. Cuando los suspensos empiezan a ser repetidos, buscas la lógica en que el ´profesor no explica bien´ o ´el examen era más dificil de lo que pensabas´. Pero en el fondo, tú sabes qué es lo que está fallando. Y es que es enero, las Navidades se embriagaron de nostalgia, y llevas esperando medio año a que él llame a tu puerta. Medio año destrozando un corazón. Así aprovechas cada estrella fugaz para pedir que vuelva, cierras los ojos, incluso `Juras por Dios portarte bien el resto de tu vida si él aparece`
Las chicas empiezan a hablar de la operación bikini y de lo mucho que les cuesta disminuir la cantidad que comen, yo.. yo ya he perdido el apetito, esto se está volviendo una huelga de hambre.
En mi cumpleaños espero impaciente, es más, me visto y me maquillo, pienso estar muy sexy por si derepente apareces para darme una sorpresa por mis 18. Sí, tú eres de esos que angustían hasta el último momento para aparecer..E incluso dos semanas después de la fecha sigo preciosa, mirando por la ventana cada dos por tres, pero solo pasan coches, y motos, y gente que grita...
Hoy es 21 de Julio y hace un año que te vi por última vez. No he vuelto a saber nada de ti, absolutamente nada.
Porfavor, si desde algún lado estás leyendo estas palabras, vuelve.
Te necesito.

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