Dime, cariño, dime que lo has olvidado.
miércoles, 30 de mayo de 2012
martes, 29 de mayo de 2012
martes, 22 de mayo de 2012
12000 NIÑOS MUEREN AL DÍA Y NO ES NOTICIA
Si cuatro edificios se derrumbaran, cuatro torres gemelas, por ejemplo, repletas de niños y niñas, con el trágico saldo de 12 mil muertos, supongo que a nadie se le ocurriría discutir que esa terrible noticia encabezase todos los informativos, todas las portadas.
Nadie, en ninguna redacción o estudio de radio o televisión, objetaría que la noticia de esas doce mil niñas y niños muertos acaparase titulares y columnas, opiniones y reportajes, fotografías y testimonios.
Nadie que tuviera voz pública dejaría pasar la oportunidad de referirse a tan dramático suceso abogando por que nunca volviera a repetirse semejante desgracia.
Si un terremoto sacudiera a un país o un tsunami irrumpiera de improviso en una playa y provocara la muerte de doce mil niños y niñas, nadie osaría pretender en un medio de comunicación que tan dolorosa catástrofe cediera el principal espacio a un partido de fútbol, por ejemplo, o a la enfermedad de una popular tonadillera. No habría jefe político o religioso en el mundo que no mostrara su consternación por lo sucedido, ni gobierno u organismo de ayuda humanitaria que no movilizara sus recursos.
Si una banda terrorista secuestrara a 12 mil niñas y niños y diera un plazo de 24 horas amenazando con ejecutar a sus rehenes de no ser satisfechas sus demandas, no habría plaza en el mundo que no se llenara de manos blancas exigiendo la liberación de los condenados, no habría ciudadano indiferente a la suerte que pudieran correr esos doce mil niños y niñas.
Pues bien, todos los días, cuando nos levantamos, ya han muerto en el mundo 12 mil niños y niñas. No del tsunami que no hubo ayer, de la torre que tampoco se cayó o de la banda terrorista que ya no es, esos 12 mil niños y niñas han muerto de hambre, de simple y maldita hambre. Y el hambre y sus miserables consecuencias no son noticias.
Cansaría a la audiencia —dice el director del medio— un fijo titular a ocho columnas, todos los días, en el que la única variable fuese la cifra, cada día más alta.
Por ello no hay medio que a esos doce mil muertos les dedique un breve titular, una triste crónica, acaso una reseña en la sección de “Mundo insólito”.
Tampoco hay oportunidad de conmemorar aniversarios porque todos los días se reeditan los muertos y sus causas, y no habría día que no fuera, a la vez, tragedia y aniversario de la misma desgracia.
Doce mil niñas y niños muertos entre el desayuno y la cena, entre el periódico de la mañana y el informativo de la noche.
Y hablamos sólo del hambre. Hay otros muchos edificios que se caen todos los días por causas parecidas. Tsunamis de enfermedades para quienes no puedan adquirir las correspondientes vacunas, terremotos que derrumban escuelas y parques infantiles, bandas terroristas que lucran con la explotación laboral infantil, con la prostitución de niños y niñas.
Y hablamos sólo de la infancia.
Pero no aparece una sola plaza que se llene de manos blancas para condenar un crimen que no por repetido deja de ser crimen, ni un medio de comunicación que dé cobertura a semejantes atentados, que interrumpa sus emisiones para dar entrada, “en vivo y en directo”, a una conexión de última hora, “en el mismo lugar de la noticia”, a un corresponsal que corrija el número de muertos y desaparecidos, que entreviste a los vecinos, antes de devolver la conexión a los estudios y dar paso a otra tanda de comerciales.
El informe es de Naciones Unidas. “Cada siete segundos muere un niño de hambre”. Alrededor de 12 mil al día.
La prensa necesitaría varias ediciones especiales o agregar 60 páginas más por cada número, para informar someramente de sus nombres, que los hay, de sus rostros, que los tienen, de las familias rotas por el dolor y la impotencia, de esos 12 mil cadáveres que no tienen dolientes ni titulares, que carecen de historia, para los que nadie organiza misas de aniversario y homenajes. Esos doce mil pequeños muertos de todos los días a manos de un canalla orden económico que se nos vende como progreso, que tiene en las leyes que lo amparan la solidez de su impune edificio y que aterroriza a través de sus bandas monetarias el depuesto gobierno de la vida.
Nadie, en ninguna redacción o estudio de radio o televisión, objetaría que la noticia de esas doce mil niñas y niños muertos acaparase titulares y columnas, opiniones y reportajes, fotografías y testimonios.
Nadie que tuviera voz pública dejaría pasar la oportunidad de referirse a tan dramático suceso abogando por que nunca volviera a repetirse semejante desgracia.
Si un terremoto sacudiera a un país o un tsunami irrumpiera de improviso en una playa y provocara la muerte de doce mil niños y niñas, nadie osaría pretender en un medio de comunicación que tan dolorosa catástrofe cediera el principal espacio a un partido de fútbol, por ejemplo, o a la enfermedad de una popular tonadillera. No habría jefe político o religioso en el mundo que no mostrara su consternación por lo sucedido, ni gobierno u organismo de ayuda humanitaria que no movilizara sus recursos.
Si una banda terrorista secuestrara a 12 mil niñas y niños y diera un plazo de 24 horas amenazando con ejecutar a sus rehenes de no ser satisfechas sus demandas, no habría plaza en el mundo que no se llenara de manos blancas exigiendo la liberación de los condenados, no habría ciudadano indiferente a la suerte que pudieran correr esos doce mil niños y niñas.
Pues bien, todos los días, cuando nos levantamos, ya han muerto en el mundo 12 mil niños y niñas. No del tsunami que no hubo ayer, de la torre que tampoco se cayó o de la banda terrorista que ya no es, esos 12 mil niños y niñas han muerto de hambre, de simple y maldita hambre. Y el hambre y sus miserables consecuencias no son noticias.
Cansaría a la audiencia —dice el director del medio— un fijo titular a ocho columnas, todos los días, en el que la única variable fuese la cifra, cada día más alta.
Por ello no hay medio que a esos doce mil muertos les dedique un breve titular, una triste crónica, acaso una reseña en la sección de “Mundo insólito”.
Tampoco hay oportunidad de conmemorar aniversarios porque todos los días se reeditan los muertos y sus causas, y no habría día que no fuera, a la vez, tragedia y aniversario de la misma desgracia.
Doce mil niñas y niños muertos entre el desayuno y la cena, entre el periódico de la mañana y el informativo de la noche.
Y hablamos sólo del hambre. Hay otros muchos edificios que se caen todos los días por causas parecidas. Tsunamis de enfermedades para quienes no puedan adquirir las correspondientes vacunas, terremotos que derrumban escuelas y parques infantiles, bandas terroristas que lucran con la explotación laboral infantil, con la prostitución de niños y niñas.
Y hablamos sólo de la infancia.
Pero no aparece una sola plaza que se llene de manos blancas para condenar un crimen que no por repetido deja de ser crimen, ni un medio de comunicación que dé cobertura a semejantes atentados, que interrumpa sus emisiones para dar entrada, “en vivo y en directo”, a una conexión de última hora, “en el mismo lugar de la noticia”, a un corresponsal que corrija el número de muertos y desaparecidos, que entreviste a los vecinos, antes de devolver la conexión a los estudios y dar paso a otra tanda de comerciales.
El informe es de Naciones Unidas. “Cada siete segundos muere un niño de hambre”. Alrededor de 12 mil al día.
La prensa necesitaría varias ediciones especiales o agregar 60 páginas más por cada número, para informar someramente de sus nombres, que los hay, de sus rostros, que los tienen, de las familias rotas por el dolor y la impotencia, de esos 12 mil cadáveres que no tienen dolientes ni titulares, que carecen de historia, para los que nadie organiza misas de aniversario y homenajes. Esos doce mil pequeños muertos de todos los días a manos de un canalla orden económico que se nos vende como progreso, que tiene en las leyes que lo amparan la solidez de su impune edificio y que aterroriza a través de sus bandas monetarias el depuesto gobierno de la vida.
jueves, 17 de mayo de 2012
Wendy por una noche más
¿En qué momento de nuestras vidas sabemos si hemos elegido el camino correcto?¿Y si lo hicimos mal?¿Y si termina por desembocar en un barranco? ¿En qué momento exacto de nuestras vidas tomamos la opción acertada?
Echando la vista atrás recuerdo como se celebró cada victoria, cada etapa, cada progreso así como evoco cada lágrima, y alguna que otra decepción y derrota. La vida, ha sido tan bella conmigo-pienso, que sería injusto equilibrarla en balanza con el País de Nunca Jamás. Fantasiosa ando con la idea de que este mundo no es más que una copia real del bonito Lugar donde Peter Pan y Wendy volaban de la mano dando piruetas entre nubes de algodón. ¿Y si fuera así?¿Y si este 2012 en Madrid fuera nuestro propio 'País de Nunca Jamás? Imagínatelo. Échale un poco de polvos mágicos a tu mente y permítela volar. ¿Y si los delicuentes fueran la cara del Capitán Garfio...o los jóvenes rebeldes el astuto de Peter Pan? ¿Por qué no damos una oportunidad a sacar la Wendy soñadora que todas nosotras llevamos dentro?
¡C´est la vie! Ni en el de País de Nunca Jamas de aquí, ni en el de allá se conoce la apuesta ganadora. Al igual que Peter decide en un segundo asaltar el barco del Capitán, esquivando balas, luchando y corriendo por los bodegones en busca de Camapanilla sin saber acaso que ese será el camino más adecuado, nosotros, reivindicadores de las más fieles fantasías debemos tomar la decisión de cómo esquivar los disparos que nos persiguen arduos día a día. Ánimo tripulantes, príncipes y princesas de este reino, Campanillas y Pulgarcitos que se creían olvidados, llegó la hora de apartar nuestros complejos, miedos e inseguridades. Llegó la hora de alzarnos a volar sin vértigo a caernos. Tomen ustedes sus más preciadas galas y vístanse de amor, retiren todo lo que en polvo se convierte y emprendan el viaje allá, solos o acompañados, agarren su corazón y emprendan el viaje a la felicidad.
Echando la vista atrás recuerdo como se celebró cada victoria, cada etapa, cada progreso así como evoco cada lágrima, y alguna que otra decepción y derrota. La vida, ha sido tan bella conmigo-pienso, que sería injusto equilibrarla en balanza con el País de Nunca Jamás. Fantasiosa ando con la idea de que este mundo no es más que una copia real del bonito Lugar donde Peter Pan y Wendy volaban de la mano dando piruetas entre nubes de algodón. ¿Y si fuera así?¿Y si este 2012 en Madrid fuera nuestro propio 'País de Nunca Jamás? Imagínatelo. Échale un poco de polvos mágicos a tu mente y permítela volar. ¿Y si los delicuentes fueran la cara del Capitán Garfio...o los jóvenes rebeldes el astuto de Peter Pan? ¿Por qué no damos una oportunidad a sacar la Wendy soñadora que todas nosotras llevamos dentro?
¡C´est la vie! Ni en el de País de Nunca Jamas de aquí, ni en el de allá se conoce la apuesta ganadora. Al igual que Peter decide en un segundo asaltar el barco del Capitán, esquivando balas, luchando y corriendo por los bodegones en busca de Camapanilla sin saber acaso que ese será el camino más adecuado, nosotros, reivindicadores de las más fieles fantasías debemos tomar la decisión de cómo esquivar los disparos que nos persiguen arduos día a día. Ánimo tripulantes, príncipes y princesas de este reino, Campanillas y Pulgarcitos que se creían olvidados, llegó la hora de apartar nuestros complejos, miedos e inseguridades. Llegó la hora de alzarnos a volar sin vértigo a caernos. Tomen ustedes sus más preciadas galas y vístanse de amor, retiren todo lo que en polvo se convierte y emprendan el viaje allá, solos o acompañados, agarren su corazón y emprendan el viaje a la felicidad.
domingo, 13 de mayo de 2012
jueves, 3 de mayo de 2012
Estrella quédate conmigo
Yo también me he enamorado de las promesas rotas. ¿Vas a contarme que echas de menos cada segundo y detalle? ¿Cada roze explosivo de sus labios y cuando te miraba sin encontrarse ni siquiera a él mismo? ¿Cuando te juraba el mundo entero para ti? y ni que decir de la rabia que sientes entre las venas cuando ves que no es del todo tuyo, y de el miedo a perderle, del miedo a no saber hacer bien lo que el quiere que hagas, que te regale lo más estúpido que encuentre en una tienda y te lo pongas todos y cada uno de los días solo por que te recuerda a su olor, vas a decirme que te sientes sola por que no hay ningún puto tío que te ilusione tanto como él, por que simplemente pensabas que estabais echos el uno para el otro, y que ni siquiera podrás encontrar algo mejor por que no lo hay, que querrás pasar con él el resto de los días y dejarás todo de golpe para volver a besarle, yo también he sentido cosquillas y se me ha puesto la piel de gallina cada milésima, cada uno de los instantes que resultan cortos pero que en realidad tardarías horas en contar por que sentiste tanto, Y echando la vista atrás no sé si me he equivocado, no sé si he elegido mal o si es lo que me ha tocado que me toque de una forma fuera de lo estipulado, un orgasmo prolongado en el tiempo y el espacio, una auténtica explosión de sentimientos encerrados; Uno dos, tres. Un abrazo rápido y cuatro frases tontas. Cuatro, cinco, seis. Ya estás conmigo y ni lo notas. Rutina llegando a casa tarde, oliendo a tabaco, sin saliva, con los ojos brillantes. Abro la cortina. Lanzar besos por la ventana y un mensaje nuevo. Pero ahora, después de tantos segundos perdidos sin él, tantas horas, tantos días y meses sin besos por la ventana ni anécdotas que contarnos abrazados en el costado, sientes y piensas que en realidad, todo forma parte de un sentimiento al que llamamos amor, que hace que califiques las acciones vividas como si fueran lo mejor del mundo por que no conoces más sobre él, me paré por ti a pensar en realidad que la vida tenía mas de un sentido, que existían más chicos, que volvería a enamorarme, quiero que tú también lo sientas.Quiero que vuelvas a preocuparte por tu tinte de pelo o por qué tacones comprarte para salir por la noche, quiero que te vuelvas a enamorar, que pases la página, mejor dicho, el libro entero de las sensaciones que has vivido con él, y que pienses que en realidad, la media de vida de las mujeres es de 82 años y tú solo tienes 15. Los adolescentes suelen equivocarse cuando dicen que están en la mejor etapa de su vida, y yo me pregunto, ¿Cómo van a saber que es la mejor etapa de su vida si no han llegado a los 20? sabes si alomejor serás mas feliz cuando tengas 30 años? Piensas en serio que nada tiene sentido por a ver terminado una relación? Piensas en serio que nadie te querrá como lo hago yo o como lo hace él? Eres tan especial que me gustaría imaginar que será de ti cuando cumplas los 40, si vivirás en una gran casa o serás feliz ayudando a las personas sin llegar a fin de mes, si estarás enamorada de alguien parecido a ti (si es que existe) o si ya estarás casada. Me gustaría saber y a veces me pregunto si con 40 años te seguirás acordando de que tienes una estrella con tu nombre, o de si llegaste a ser mi mejor amiga. Ya te echo de menos y aún ni siquiera te has ido, te echo de menos cada segundo por que quiero estar todos los del día contigo. Y por eso, solo por las razones que piensas que te habré dado, solo por que es solo enamorarse, por que es tan fácil y rápido, solo por lo que hay ahí fuera, solo por que no sabes si mañana morirás por el chico que tienes al lado que ni siquiera conoces, por la persona menos esperada, solo por que somos unas enanas y no tenemos ni idea de nada, y solo por que me consuela saber que estamos juntas y en el fondo somos tan parecidas, solo por eso, necesito que seas feliz y puedas enamorarte de nuevo, que alguien te quiera y puedas darle charlas sobre los distintos puntos de la vida, que soporte como te huelen los pies y con el que puedas jugar a bebés también, por eso, por que te quiero, por que eres la puta razón de mi existencia.
MiaculpaMiamore
Martes que parecen domingos.
Vidas que parecen solitarias.
Historias que parecen no tener final.., ni principio.
Ahogar las penas, o al menos intentarlo.
Durante media noche, luego todo sigue igual.
Y es que a veces, volver a los orígenes, es solo una opción, no la mejor.
Pregunté el por qué a tantas cosas, lo que escuché no me gustó,
la ignorancia es a veces hermosa, inocente como el amor.
Vidas que parecen solitarias.
Historias que parecen no tener final.., ni principio.
Ahogar las penas, o al menos intentarlo.
Durante media noche, luego todo sigue igual.
Y es que a veces, volver a los orígenes, es solo una opción, no la mejor.
Pregunté el por qué a tantas cosas, lo que escuché no me gustó,
la ignorancia es a veces hermosa, inocente como el amor.
PolitizÁNDome
No suelo escribir de política, como dijo un genio: "es algo tan poco sexual". Pero hoy me salto las normas y me paro a reflexionar sobre esa realidad que nos rodea llamada política. Algo abstracto y tangible (bienvenida controversia), existente desde antes que Platón anunciase sus teorías. Pero, ¿Tiene algún sentido concreto? Sí, busca el orden, pero ¿orden? ¿para qué?
Y es que últimamente me pregunto por qué la política genera tantas inquietudes. Por qué ha sido la causa de guerras y por qué hay que luchar por ella. Vale, lo pillo, viviremos mejor, dejaremos un universo perfectamente utópico a nuestros hijos. Seré egoísta, pero no entiendo qué significado tiene morir luchando en una batalla. En el sentido literal y en todos los dobles sentidos que se le quieran adjudicar a la dichosa frase.
Veo mucha intolerancia en torno a mí, volando cual abejas a punto de inyectarme un veneno almacenado en el aguijón durante años. Y si hay algo que no tolero, es la intolerancia. Críticas, sí. Constructivas, ofensivas, pero críticas al fin y al cabo. Intolerancia no. Ni hipocresía.
He leído algo acerca de la Teoría de Cuerdas y las realidades paralelas, las dimensiones inalcanzables o alcanzables después de la muerte del individuo. Puede que existan o puede que no. Pero al fin y al cabo, como la política son eso. Teorías. Quiero praxis, necesito hechos.
Platón tenía razón cuando decía que el Gobierno ideal era el de los sabios. Y estoy de acuerdo pero, ¿Quién elegiría a los sabios? Seguro que algún analfabeto sin estudios.
Hasta a ti te pongo pegas.
Y es que últimamente me pregunto por qué la política genera tantas inquietudes. Por qué ha sido la causa de guerras y por qué hay que luchar por ella. Vale, lo pillo, viviremos mejor, dejaremos un universo perfectamente utópico a nuestros hijos. Seré egoísta, pero no entiendo qué significado tiene morir luchando en una batalla. En el sentido literal y en todos los dobles sentidos que se le quieran adjudicar a la dichosa frase.
Veo mucha intolerancia en torno a mí, volando cual abejas a punto de inyectarme un veneno almacenado en el aguijón durante años. Y si hay algo que no tolero, es la intolerancia. Críticas, sí. Constructivas, ofensivas, pero críticas al fin y al cabo. Intolerancia no. Ni hipocresía.
He leído algo acerca de la Teoría de Cuerdas y las realidades paralelas, las dimensiones inalcanzables o alcanzables después de la muerte del individuo. Puede que existan o puede que no. Pero al fin y al cabo, como la política son eso. Teorías. Quiero praxis, necesito hechos.
Platón tenía razón cuando decía que el Gobierno ideal era el de los sabios. Y estoy de acuerdo pero, ¿Quién elegiría a los sabios? Seguro que algún analfabeto sin estudios.
Hasta a ti te pongo pegas.
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